



En nuestra Escuela Náutica nos especializamos en la formación teórica y práctica de navegantes, entregando todas las herramientas necesarias para que nuestros alumnos obtengan las licencias náuticas oficiales vigentes en Chile. Nuestro propósito es fomentar una cultura de seguridad, respeto y disfrute del mar, preparando a cada persona para navegar con confianza y responsabilidad.
Contamos con instructores experimentados, material actualizado y prácticas en el mar, lo que asegura un aprendizaje completo, claro y adaptado a cada nivel de conocimiento. Acompañamos a nuestros alumnos desde el primer día hasta la obtención de su licencia, con un enfoque personalizado y cercano.
Desde tiempos antiguos, el ser humano ha buscado dominar el mar para explorar, comerciar y transportarse. Las primeras embarcaciones fueron simples troncos huecos o balsas hechas con cañas y maderas amarradas, utilizadas en ríos y lagos para la pesca y la movilidad básica.
Con el tiempo, surgieron las canoas y kayaks, creados por pueblos indígenas en distintas partes del mundo, adaptados a la pesca y a la caza en ríos, mares y zonas heladas.
En las grandes civilizaciones, como la egipcia, griega y romana, aparecieron los barcos a remo y a vela, que permitieron la expansión del comercio y las guerras navales en el Mediterráneo. Más adelante, durante la Edad Media, los veleros de gran tamaño, como las carabelas y naos, hicieron posibles los descubrimientos y la navegación transoceánica.
Con la Revolución Industrial, surgieron los barcos a vapor y luego los barcos a motor, que transformaron el transporte marítimo. Desde entonces, se diversificaron en diferentes tipos: pesqueros para la actividad económica, ferries y cargueros para el transporte de personas y mercancías, y cruceros y yates para el turismo y el ocio.
Hoy en día, las embarcaciones abarcan desde los pequeños botes inflables y lanchas deportivas, hasta gigantescos buques de carga y cruceros de lujo, reflejando la evolución tecnológica y el vínculo eterno del ser humano con el mar.